Piérdete, sumérgete en un vaivén de palabras que quizás ninguno de los dos entendamos. Sal. Y desde fuera, psicoanalízate. Mira qué ha cambiado. Si la respuesta es nada... me congratula.

martes, 6 de mayo de 2008

De Bolonia en Bolonia, y tiro porque me toca...

Entre San Cemento, San Doctor, San Remedios, San Canuto y el cambio climático, Madrid está colapsado. Lo último no sé si tendrá mucho que ver, pero con esto del buen tiempo salen a la calle todos los fantasmitas que se esconden en invierno huyendo de la rasca que pega. Y cuando se dejan ver lo hacen en masa, ocupando todas las mesas de las terracitas madrileñas (imborrable signo de distinción que sin duda nos honra) y paseando de un lado a otro. Y hace que mis cinco sentidos se fijen en sus conversaciones, en cómo van vestidos y en qué piden cuando van a un bar. Agotador.

Y más agotadoras aún están siendo estas últimas semanas. Ya no digo "buenos días", lo sustituyo por "boloniosdías". No digo "me duele la cabeza". Digo "me duele el bolo". Y hay quien está hasta las bolas (esto sin comillitas) de tantísima hipocresía y tan poca coherencia. Entre reformas incongruentes y sistemas educativos anticuados me muevo yo, tratando de quedarme con el pedacito más objetivo de las dos versiones contrapuestas. Y por más que intento no ser partidista ni ponerme a favor de ningún bando, no puedo evitar enternecerme con decenas de personas durmiendo en las facultades y otros tantos voluntarios repartiendo manifiestos la mar de útiles.

Por todo esto, gracias. Gracias a los que sabéis luchar mientras que el resto nos mantenemos callados. Gracias a los que os peleáis para que pueda hacer un curso puente, recuperar sin problemas mis asignaturas pendientes y tener la tranquilidad de que la universidad sigue siendo pública en España.

Admirable. Ahora sólo queda ver si irá más gente a la Manifestación del jueves o al botellón mañanero del viernes. Educación VS Gregarismo.


Que gane el mejor...




Anécdota del día (de ayer):


No puedo evitar preguntarme qué hace una monjita en el metro con bolsas llenas de muestras de colonia. Qué historias tan geniales se coleccionan escuchando.





Bye bye, honey...*

No hay comentarios: