Piérdete, sumérgete en un vaivén de palabras que quizás ninguno de los dos entendamos. Sal. Y desde fuera, psicoanalízate. Mira qué ha cambiado. Si la respuesta es nada... me congratula.

martes, 29 de julio de 2008

todosabuscartiti@hotmail.com

¡Ai qué gracia tiene esto de internet! Hace algún tiempo me agregó una dirección de correo (por el nombre no supe si era hombre o mujer) que posiblemente fuese de alguien de la Universidad o de mi grupo de amigos. Como no tenía ni idea de quién era, evidentemente, lo acepté. Resultó ser un tal "David", al que no conozco de nada, que pone fotos de perfil carentes de capacidad seductora y con menos inteligencia que un mejillón catatónico. La conversación fue la siguiente:

-Oye, te conozco de algo?
-Sí. Soy David, vivo en ****** esquina ********. ¿Y tú? ¿De qué te conozco?

Ahí es cuando empiezo a sospechar que no es nadie de mi grupo. "Vaya", pienso. Otro más. Otro contacto que va derecho al largo rankin de no admitidos/eliminados, que encabezan un grupo de 30 brasileños que vete tú a saber de dónde sacaron mi dirección. Pero bueno, lo de los brasileños es caso aparte. A lo que íbamos. El chico este, David, intenta averiguar de dónde soy, mientras busco en Deezer una canción de Fangoria y miro cómo va la descarga del primer disco de Iván Ferreiro en solitario. Y comienza con preguntas que demuestran por dónde se mueve:

-¿Eres del Chat de Terra?
-No. No me meto en chats.
-¿De Meetic?
-Qué va, ligo a la antigua usanza.
-¿Del Foro de Frikies que Buscamos Novia Desesperadamente?


Esto último no me lo preguntó, pero seguro que lo hubiese hecho si no le doy a no admitir. Por Dior, ¿tan difícil es meterse en pleno Ricorda (donde más facilones hay por metro cuadrado) y seducir a una chica contándole cualquier milonga? O nosotras somos cada vez más difíciles... o ellos se aferran a un clavo ardiendo. Pero lo de Internet no tiene nombre. ¿Y si llego a ser un pervertido, de ochenta y siete años, con pantalones de cuello alto y tirantes molones? ¿También habría querido algo conmigo?

Los cibernautas anónimos que más gracia me hacen son los de "mándame una foto para ver si los ojos que tienes reflejan lo simpática que me pareces". Todo esto escrito con treinta faltas de ortografía y usando abreviaturas de lo más incomprensibles: "mndam 1fto xa vr si ls hojs ktiens rflejan lo sinpatik kme parecs". Y yo pensando que quería que le mandase fotos de mis hojas. ¡Hojas! Madre del amor hermoso...

Así que creo que me estoy haciendo mayor. Hace tiempo cerré mi Fotolog, ya no tengo foto en el perfil de Messenger y lo del Tuenti fue tan pasajero que hoy en día hay aún quien cree que nunca tuve. "Qué poco moderna tía". ¿Cómo que no soy moderna? ¡Pero si hasta me he llegado a atar las sandalias por encima del pantalón! Pero esto... esto ya no tiene nombre.


Como dijo la tan mentada Belén Esteban: "¡A quien no me deje conservar mi intimidad le arranco los ojos! ¡Se los arranco!" Pues nada tía, tu arranca lo que tengas que arrancar, que yo me conformo con librarme de las moscas cojoneras no identificadas (MCNI) que revolotean sobre el teclado en busca de una titi a quien hablarle de coches, de centímetros y de citas a ciegas. ¡Y tan a ciegas! Porque hay cada cardo borriquero que ya se podría haber pillado los dedos el señor Nikon antes de inventar la cámara de fotos. Y de la güebcam... ya ni hablamos. Haría falta muchos tomos para describir lo insulso e inútil de verle a un tío los piercing a través de la pantalla.


Y la próxima vez que tu (sí, sí, tu...) decidas meterte en un chat a buscar chatungo (dícese de los chungos que se meten en el chat) me avisas, que nos corremos una juerga juntos y vas a saber lo que es la comunicación no verbal. ¡Que vales más que eso, cohone!



Anécdota del día:



Bajar un bordillo mientras que te pisas el pantalón del pijama es de lo menos agradable. Y si alguien me hubiese visto... tendría que recurrir al chat para buscar pareja.



Bye bye, honey...*

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola:

Pues sí, en eso estamos todos (y todas); en busca de una ilusión que nos haga creer que no estamos solos, aunque sea por un breve tiempo.

El acercamiento inicial suele ser un momento de incertidumbre que cada cual afronta como y donde puede. En este nuevo medio, la ausencia de información visual (si se da) es compensada con una mayor atención a la expresión verbal (normalmente escrita) que, de nuevo, cada cual refleja como puede (o sabe). Quizá las personas que tienen éxito en Ricorda no posean una buena ortografía o una correcta sintaxis, quizá sí; tal vez quienes se desenvuelvan mejor en este aspecto resulten patéticos en un bar de copas (si superan la evaluación externa), tal vez no.

En cualquier caso, no es la primera impresión la que cuenta en una aventura de más de una noche. Ni la excelencia en la escritura (o en el flirteo presencial) ni la misma en la apostura nos garantizan Su descubrimiento en un periodo de tiempo razonable (a ser posible, antes de la ancianidad). Sin embargo, ¡cuántas veces actuamos como si lo hiciesen!

s ntrñbl ncn q dscrbs n t ntrr ntrd pd scndrs trs n scrtr smlr l hbr clsc (Ese entrañable anciano que describes en tu anterior entrada puede esconderse tras una escritura similar al hebreo clásico).

Bueno, te felicito una vez más por la calidad y el humor de tu entrada.

Saludos.

P. S.: Te tomo la palabra en el párrafo previo a la anécdota del día. Podría no ser anecdótico.